Viena (Jueves, 19-03-2009, Gaudium Press) La Comisión de las Naciones Unidas contra las drogas está reunida en Viena, Austria, hasta mañana (19), para un análisis de las políticas de prevención. El secretario del Pontificio Consejo Pastoral para los Agentes de la Salud, Mons. José Luis Redrado Marchite reiteró la posición de la Iglesia, que defiende la necesidad de una política y estrategia de acción centralizadas en la salud, en la dignidad y en la vida del toxicómano. Según Monseñor la droga permanece como grave fenómeno del que se habla poco y sigue provocando devastaciones, desastres y víctimas, especialmente entre los jóvenes, “en proporciones aterradoras e inaceptables”. Afirmó también que “Pensar vivir en una sociedad libre de droga exige una fuerte voluntad de los Estados para extirpar definitivamente este fenómeno que algunos consideran parte de nuestra vida cotidiana y al cual simplemente se le pueden es limitar los daños”.
La Iglesia, de acuerdo con el religioso, apoya los esfuerzos de la comunidad internacional en la lucha contra las drogas, en la represión del crimen y en la cooperación de los Estados, recordando el papel imprescindible de la familia “célula educativa primaria”.
Monseñor Marchite también dijo que la Iglesia no deja de ofrecer su contribución en la prevención, la recuperación y rehabilitación de los toxicómanos. Más del 30% de los centros de salud católicos del mundo tienen programas contra la droga.