En los días 9, 10 y 11 de agosto de 2002 tuvo lugar, en el Centro de Convenciones del gran Hotel Meliá - WTC, en São Paulo, el Primer Congreso Internacional de los Cooperadores de los Heraldos del Evangelio.

Comparecieron delegaciones y representantes de Argentina, Bolívia, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, España, Estados Unidos, Filipinas, Guatemala, Itália, Inglaterra, Nicarágua, Paraguay, Perú, Portugal, Uruguay, Venezuela y de casi todos los estados de Brasil, constituídas por Cooperadores o personas que desean asumir esta condición.
Las dependencias del Centro de Convenciones quedaron repletas todos los días del Congreso, con asistencia de más de 1.500 personas.
Como ya es costumbre, en una Asociación que busca siempre realizar sus eventos en un clima de solemnidad y belleza, la abertura del Congreso se dió con un bonito cortejo de entrada, a cargo de los "Caballeros del Nuevo Milenio". Después se realizó la solemne coronación de la imagen del Corazón Inmaculado de Maria. Las actividades de ese día fueron terminadas con una palestra del Presidente General de los Heraldos del Evangelio, el Rvdo. Padre, João S. Clá Dias, sobre el tema “Como vivir hoy el Evangelio?”.
Según testimonios de algunos participantes, desde el primer momento del congrso se sintió una atmosfera de gracias, con mucho entusiasmo, emoción, y gran alegría de hacer parte del enorme esfuerzo de evangelización realizado por los Heraldos del Evangelio en todo el mundo. Todo eso llenaba los corazones con una certeza de que, pase lo que pase, la Iglesia Católica conocerá en el tercer milenio un reflorecimiento nunva visto.
El sábado el programa no podría haberse iniciado de un modo más adecuado: exposición y adoración a Jesús Eucaristíco y además recitación del santo rosario. Esas actividades marcaron toda la jornada con una atmosfera de gran espiritualidad.
Seguida por una palestra sobre el palpitante tema: "La respuesta de Dios y la ingratitud de los hombres", ilustrada con una obra de teatro representada por los Heraldos del Evangelio.

Después, divididos en varios circulos de Reflexión orientados por Heraldos del Evangelio, los congresistas buscaron profundizar más sobre este tema.

Después del almuerzo, otra reunión sobre: "Las predilecciones de Nuestra Señora", esta vez auxiliada por presentaciones en audiovisuales que contribuyeron para aumentar el clima de emoción e intensa espiritualidad reinante entre los participantes. Esos sentimientos pudieron sentirse en los circulos de reflexión, generando una partipación entusismada de todos.
La programación del sábado fue finalizada con llave de oro por la Celebración Eucaristíca, durante la cual se realizó la solemne Consagración de 60 nuevos Cooperadores, que recibieron sus túnicas. La misa fue celebrada por el Rvdo. Padre Thiago W. Barros Barbosa Jr., cuya homilia se constituyo en una ardiente exortación, motivando a todos los presentes a levantar más alto el estandarte de los Heraldos del Evangelio, lo que significa entregarse a la propagación de la Buena Nueva de Nuetro Señor Jesucristo, atravez de la devoción a María Santísima.
 
Mas el fervor de los participantes no concluyó con el final del programa del día. Solos o en grupos, muchos congresistas, con sus corazones trasbordantes de fe y devoción, se intercambiaban durante la noche en la Adoración al Santísimo Sacramento, expuesto en un sencillo pero lindo oratorio, montado en dos salas de apoyo del Centro de Convenciones del Hotel.
El domingo, último día del evento, los trabajos se iniciaron con la entronización de la imagen de Nuestra Señora y el rezo del Santo Rosario, pidiendo gracias para introducir a todos en un clima de espiritualidad, necesario para que las enseñanzas pudiesen penetrar en lo fondo de las almas.
La primera reunión del día, “Oración, Buen Consejo y Apostolado”, fue muy animada, siendo ilustrada con una obra de teatro a cargo de los Heraldos del Evangelio más jóvenes. La obra, uno de los instrumentos del proyecto “Futuro y Vida” (cuyo objetivo es transmitir en los colegios enseñanzas morales a niños y jóvenes), tuvo una intensa participación del publico, mostrando cuanto el mensaje los llenaba.
Los comentarios en los Círculos de Reflexión, que fueron realizados después de la obra, expresaron tanto la profundidad con que el mensaje fue captado, como la comprensión del valor del proyecto “Futuro y Vida”.
 
A la tarde, otra reunión “La Expansión de los Heraldos en los cinco continentes” fue explicada por cortas y emocionantes escenas teatrales, con la participación de Cooperadores vinculados a una casa de los Heraldos del Evangelio. Trazando paralelos entre la acción de la gracia en los tiempos apostólicos y en los días de hoy, estimulaba a todos los Cooperadores y candidatos a seguir el llamado del Papa Juan Pablo II en la encíclica Novo Millenio ineunte: “Duc in altum!” – “Remad mar adentro-“ Avanzad vuestros brazos al mar de la evangelización, a fin de que el tercer milenio sea de Jesucristo!
Un audiovisual ilustró la rápida expansión de los Heraldos del Evangelio en el mundo.
En el final de aquel acto, el Presidente General de los Heraldos del Evangelio, João S. Clá Días, presentó a los congresistas un nuevo ostensorio, de gran belleza, hecho con la forma de la cruz de los Heraldos del Evangelio, indicando de donde provienen todas las gracias y cual es la raíz de toda esa expansión. Siguió la entrada del Santísimo Sacramento, en solemne procesión. Después del ceremonial de adoración y la distribución de la Eucaristía, un sacerdote dio la primera bendición con Jesús Eucarístico en el nuevo Ostensorio.
Después de un pequeño intervalo, se inicio la solemne sección de finalización del congreso. Con palabras inspiradas y arrebatadores, el Presidente General conclamó a todos los Heraldos del Evangelio, en especial a los Cooperadores, a llevar cada vez más lejos, con fe y bravura, los ideales que fundamentan y dirigen a esta asociación Internacional de Derecho Pontificio, conforme a las palabras del Papa: “Sed mensajeros del evangelio, por intersección del Corazón Inmaculado de María!”. Así los Heraldos del Evangelio dan su contribución al empeño de la Iglesia universal para conducir al mundo de vuelta a Dios y para ver realizada la promesa de Nuestra Señora en Fátima: “Por fin, Mí Inmaculado Corazón Triunfará.”.
 
Al final, representantes de diversas delegaciones tuvieron la oportunidad de expresar sus agradecimientos a María, y manifestar sus propósitos que el Congreso les despertó en sus almas.

Por fin, hubo una presentación musical del coro y banda sinfónica de “los Caballeros del Nuevo Milenio”.
Quedo grabada en el alma de todos el convivio con Jesús Eucarístico, las enseñanzas y lecciones, el relacionamiento afectuoso entre todos los Cooperadores, no apenas como un sentimiento superficial y fugaz mas como una determinación: vivir día a día el evangelio de Jesucristo, bajo las bendiciones de María Santísima, invitando cada vez más almas a ser otros Heraldos para transmitir al mundo la Buena Nueva. Y preparar así los próximos Congresos!.
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