Al anochecer del viernes 21 de febrero de 2003, se realizó la apertura del 2º Congreso Internacional de Cooperadores de los Heraldos del Evangelio. La sesión, así como la mayor parte de los trabajos del evento, tuvo lugar en el Hotel Meliá, constando de una brillante conferencia proferida por el Presidente General de aquella asociación de derecho pontificio, el Rvdo. Padre. Juan Clá Días, para un público formado por personas procedentes de diversos países.

El día siguiente, en que se conmemoraba el segundo aniversario de la Aprobación Pontificia de aquella entidad, fue celebrada una Santa Misa en la Catedral de la Sé, en Sao Paulo. Al acto se unieron, aunque a la distancia, los Heraldos del Evangelio de todo el mundo, los cuales también organizaron y participaron de conmemoraciones por el pasaje de tan importante fecha. En Sao Paulo la Celebración Eucarística fue precedida de una solemne ceremonia de Coronación de Nuestra Señora, la cual tuvo lugar en la propia Catedral con la participación de Mons. Gil Antonio Moreira, obispo-auxiliar de aquella arquidiócesis.
Las diversas sesiones del congreso constaron de exposiciones verbales y audiovisuales, con un destaque de piezas de teatro resaltándose en especial el perdón, la misericordia divina, y el amor que Dios ha a los hombres.

El Santísimo Sacramento, expuesto en un recinto preparado para Él dentro del área del evento, fue continuamente adorado no solamente por congresistas, pero también por diversas otras personas que por finalidades diversas estaban en aquel hotel.

Y, en otro recinto también apropiado, sacerdotes continuamente oían las confesiones de aquellos que a ellos se dirigían para recibir el Sacramento de la Reconciliación.
Una de las exposiciones contempló el tema "Los carismas y el papel de los Cooperadores de los Heraldos del Evangelio", usando como base las palabras del Papa JUAN PABLO II en la exortación apostólica “Christidifeles Laici” sobre la vocación y la misión de los laicos en la Iglesia y en el mundo.
En la noche del domingo, día 23, el evento fue concluido con una sesión presidida por el Sr. Juan Clá Días, que en su exposición trazó las líneas de un Cooperador de los Heraldos del Evangelio en el apostolado, o sea, en la misión evangelizadora de la cual son incumbidos, así como en la convivencia entre los miembros de aquella Asociación.
Citando las palabras de la Sagrada Escritura - "amaos unos a los otros como Yo os he amado" - mencionó la alegría que todos sienten en participar de los congresos y de que estén reunidos, resumiendo esa convivencia como "vivir es que estemos juntos, que nos miremos y que nos queramos bien".


Un pequeño concierto musical ejecutado por la banda y por el coro de los Caballeros del Nuevo Milenio se siguió a la conferencia, después de la cual cuatro sacerdotes presentes impusieron sus manos sobre los congresistas, bendiciéndolos y despidiéndolos para que retornen a sus países, sus ciudades y sus residencias, a fin de retomar las actividades evangelizadoras del día a día.
Es de destacarse los jóvenes del Proyecto Sembrar, un grupo que participó del evento con gran interés y atención.
Funcional bajo la coordinación de Doña Amelia Maria Noronha Pessoa de Queiroz, su dedicada directora, habiendo estado inicialmente bajo los cuidados de la Casa del Pobre Nuestra Señora de Copacabana, de la arquidiócesis de Río de Janeiro.
A partir del 2002 pasó a contar con la colaboración activa de los Heraldos del Evangelio, los cuales asumieron la responsabilidad por gran parte de la obra, cuya acción directa comprende jóvenes pobres con edades que varían de 13 a 17 años, los cuales reciben una educación saludable, comprendiendo inclusive conocimientos y entrenamientos para vivir y trabajar en la sociedad, además de formación espiritual y moral de alto nivel.

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