En el cuarto Misterio Doloroso contemplamos a Jesús con la Cruz a cuestas camino del Calvario
Publicado
2009/03/14
Autor
: Mons. João Clá – Libro el Rosario la Oración de la Paz
Mientras lo conducían, detuvieron a un cierto Simón de Cirene, que volvía del campo, y le impusieron la cruz para que la cargase atrás de Jesús.
Inmediatamente después de haber sido condenado por Pilatos, Nuestro Señor Jesucristo tomó la cruz sobre los hombros para llevarla al Calvario y en ella morir crucificado. La cargó sin manifestar repugnancia alguna; antes por el contrario, la abrazó con amor indecible, pues deseaba levantar bien alto el estandarte bajo el cual deberían alistarse sus seguidores en esta tierra. Bajo su peso, Jesús alcanzaba nuestra salvación; y con su ejemplo, nos daba fuerza para que abrazásemos nuestra propia cruz, y de esta manera venciésemos las pruebas de esta vida. Es a través de la cruz que con Él compartiremos después el Reino de los cielos.

Por este misterio y por la intercesión de la Santísima Virgen pidamos la gracia de la paciencia, el coraje y la fortaleza necesarias para cargar todas nuestras cruces.
(Pausa para meditación)
Padre Nuestro, 10 Ave Marías, Gloria, Oh Jesús mío...