
Se puede obtener indulgencia plenaria rezando la Vía Sacra de acuerdo con la costumbre, que consiste en hacer las lecturas, oraciones y meditaciones de cada Estación delante del respectivo cuadro, o cruz, colocados habitualmente a lo largo de las paredes de las Iglesias. Cuando la Vía Sacra es rezada en conjunto y hay dificultad de todos moverse ordenadamente, de una Estación a otra, basta que se traslade el dirigente.
Es necesario también, además del rechazo a todo afecto a cualquier pecado, incluso venial, el cumplimiento de las tres condiciones siguiente: confesión sacramental, comunión eucarística, y oración por las intenciones del Sumo Pontífice (Se acostumbra a rezar un Padre Nuestro, una Ave María y un Gloria).
(Cfr. MANUAL DE LAS INDULGENCIAS . Normas y concesiones, de. Paulus, 4º edición, 1990).
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